Actores
- Charles Chaplin y Jackie Coogan
- Música: Oblivion de Astor Piazzolla
Instrumentistas
- Antonio Carmona, Miguel Cordero, Celia Barroso, Diana Cervantes, Marta Sotelo, María Morales, José Mª Avilés, Pablo Perejón, Juanjo Alaminos
Debido a la importancia que tiene la música en las producciones cinematográficas, por la capacidad de despertar sentimientos en el espectador y formar parte del lenguaje narrativo, se me ocurrió la posibilidad de crear un proyecto en el que el alumnado, independientemente del curso y nivel técnico, fuera capaz de preparar una o varias piezas para acompañar una escena de una película de cine mudo, elegida por ellos mismos, con el objetivo de conseguir realzar y reforzar la imagen.
La música ha estado presente en el cine desde sus orígenes, desde la época del cine mudo. Este tipo de cine, caracterizado por la ausencia de diálogos y efectos sonoros, incluían a músicos que interpretaban piezas musicales mientras se proyectaba la película. Posteriormente, las producciones y las técnicas evolucionaron y se crearon otros estilos más específicos, con el objetivo de crear en el espectador sensaciones más concretas.
Una de las razones por las que me he decantado por el cine mudo para el proyecto, ha sido precisamente la de poder acompañar escenas y ambientes generales sin que en ningún momento pueda interferir con diálogos.
Por otro lado, se trata de un alumnado que no ha tenido nunca contacto con este cine ni con sus actores más importantes como pueden ser Harold Lloyd, Buster Keaton, Stan Laurel y Oliver Hardy (el gordo y el Flaco), incluso los hermanos Marx y como no, Charles Chaplin.
Con este proyecto he conseguido trabajar la técnica y el repertorio del instrumento a la vez que el alumnado ha tomado conciencia de la existencia del cine mudo, de sus actores más representativos y del servicio de la música en este género.
Para la realización del proyecto, cada uno de los alumnos y alumnas, después de visionar varias escenas de directores y actores diferentes, ha elegido la que más apropiada le ha parecido. Mi papel en este proceso ha sido el de intentar abarcar un amplio abanico de sensaciones y estados de ánimo, por ejemplo, tristeza, risas, suspense, miedo, etc.
El siguiente paso ha sido elegir la música que más se adecuara a los fragmentos de cine elegidos. En este caso, la di cultad ha sido la de encontrar un repertorio adecuado al nivel técnico del alumno. Ha habido casos, que la música elegida era de una complejidad tal que el alumno en cuestión no podía afrontar. En estos casos he tenido que adaptar la partitura a las destrezas y capacidades del alumnado.
Seguidamente hemos medido el tiempo que dura tanto la música como la escena y hacerlos coincidir. Para ello se utilizan diferentes recursos como repetir algunos fragmentos musicales, incluir efectos sonoros para realzar acciones como por ejemplo glisandos, pizzicatos Bartok o trémolos y en algunos casos y como medida excepcional,recortar algún fotograma.
Una vez llegado a este punto, vamos a sincronizar la interpretación musical y la ejecución de efectos con la escena cinematográfica, ajustando ambos lo más preciso posible. Al ser una música que no está escrita para esa escena concreta, si no que se ha buscado con el fin de ambientar, va a ser inevitable que aparezcan algunos huecos que intentaremos minimizar en la medida de lo posible.
Con ésto, pretendemos que la audición final de trimestre, sea una puesta en escena de todo lo trabajado anteriormente, es decir, en la audición los alumnos y alumnas interpretarán en directo las piezas seleccionadas mientras se proyecta la película, emulando a los originales de la época.
El proyecto que presento es una escena de la película de Charles Chaplin, The kid. Rodada en 1921, cuenta el abandono de un niño por una madre soltera, que más tarde va en su búsqueda. El niño es recogido por un vagabundo que lo cría y lo educa a su manera hasta los cinco años, en que se lo quita la autoridad de la Asistencia Pública justo cuando aparece la madre, convertida en una famosa actriz.
La escena elegida para trabajar ha sido justamente la que hace referencia a la aparición en la casa de los servicios sociales en busca del niño para retirar la tutela. Es una escena de cierto calado trágico por el drama que supone la retirada de custodia de un hijo y que además es de absoluta actualidad.
En esta película Chaplin toca todos los registros para entender el abandono, el acogimiento, la educación, la actitud de las instituciones y el cariño de los padres adoptivos.
En el siguiente vídeo se puede ver un adelanto del proyecto. En una próxima audición se desarrollará íntegramente.
Proyecto de Juan José Alaminos
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