Resumen
Este proyecto esta realizado con una alumna Síndrome de Down de 24 años en la actualidad y pretende hacerle conocedora de un nivel de Lenguaje Musical, así como del dominio técnico de la guitarra equivalente al Grado Elemental completo que se realiza en nuestro conservatorio.
Objetivos
Desarrollar en Marta las capacidades mentales-intelectuales necesarias para leer perfectamente una partitura musical y expresar ese conocimiento con el instrumento guitarra con toda normalidad y corrección.
Con respecto al instrumento guitarra, los objetivos son la adquisición de una técnica lo más perfectamente posible, cuidando colocación de manos, perfecta coordinación de las mismas, producción del sonido, desarrollo de la psicomotricidad manual y en definitiva la capacidad de interpretar música con la guitarra.
Cuerpo
Este proyecto esta realizado con una alumna Síndrome de Down de 24 años en la actualidad y pretende hacerle conocedora de un nivel de Lenguaje Musical, así como del dominio técnico de la guitarra equivalente al Grado Elemental completo que se realiza en nuestro conservatorio.
Objetivos
Desarrollar en Marta las capacidades mentales-intelectuales necesarias para leer perfectamente una partitura musical y expresar ese conocimiento con el instrumento guitarra con toda normalidad y corrección.
Con respecto al instrumento guitarra, los objetivos son la adquisición de una técnica lo más perfectamente posible, cuidando colocación de manos, perfecta coordinación de las mismas, producción del sonido, desarrollo de la psicomotricidad manual y en definitiva la capacidad de interpretar música con la guitarra.
Cuerpo
Este
proyecto tiene unos antecedentes que deseo relatar porque también
forman parte de los resultados que hasta el momento hemos conseguido.
Hacia
finales de 2009, se presenta en mi clase un señor el cual dice
llamarse D. Gregorio Sánchez del Villar y Lebrero, psicólogo de
profesión y profesor en aquel momento en el veterano y prestigioso
Instituto Murillo de Sevilla.
Me
dice que ha oído hablar de mi y que desea que su hija Marta Sánchez
del Villar y Espigares, para más datos Síndrome de Down, y entonces
de 18 años de edad tiene mucho interés en que yo pueda trabajar con
ella enseñándole música y específicamente el aprendizaje de la
guitarra.
Yo
le contesto que en aquellas puntuales circunstancias no podía
hacerme cargo de lo que él me solicitaba, y ni siquiera veía cauce
para que realizara oficialmente los estudios correspondientes en
nuestro conservatorio. Sin embargo, le ofrecí la posibilidad de que
Marta estudiara con mi hijo Sergio Calero Fernández, el cual se
encontraba entonces terminando la carrera superior de música en la
especialidad de guitarra, pudiendo ser el encargado docente perfecto
para asumir enseñarle música y tocar del mejor modo, el instrumento
guitarra.
Este
trabajo con Marta, le manifesté que sería realizado por Sergio pero
yo mismo haría un seguimiento interesado para que la alumna
consiguiera el mejor rendimiento.
D.
Gregorio días más tarde me contestó que estaban interesados en
aceptar mi ofrecimiento, y sobre la marcha comenzaron las clases.
El
trabajo con Marta se planteo en sesiones semanales de hora y media
(90 minutos).
El
contenido de esas clases incluía nociones elementales de Lenguaje
Musical (solfeo), reconocimiento de notas, figuras, silencios,
pentagrama, líneas adicionales, líneas divisorias, ejercicios de
ritmo, teoría en general.
Se
excluyeron específicamente los ejercicios de entonación por
observar dificultades en Marta para reconocer y entonar sonidos. No
obstante, se vio, que tales dificultades no impedían el aprendizaje
normal de todo lo demás indicado.
La
alumna aprendió a colocar perfectamente las manos en la guitarra,
así como adoptó desde el principio una correcta posición del
cuerpo con respecto al instrumento y al asiento.
Después
de desenvolver las manos en la guitarra, con ejercicios sencillos con
ambas manos simultáneamente, pasó a aprender melodías conocidas y
pequeñas canciones en planteamientos melódicos, es decir, a una
sola voz. También aprendió el conocimiento de los más usuales
acordes en modo mayor y menor, con intención de que pudiera
acompañar algunas canciones cantadas por otras personas.
Desde
el primer momento de comenzar las clases, Marta mostró un inmenso
interés y entusiasmo por todo lo que se le proponía por parte de su
profesor, Sergio, asistiendo a cada sesión o clase con gran
entusiasmo por su parte y claras intenciones de aprender y llegar a
dominar todos los trabajos que se le presentaran.
Hay
que decir que el nivel de técnica, conocimientos y aprendizaje en
general de contenidos, fue adaptado convenientemente para sus
capacidades físicas (manos), intelectuales o mentales. Sin embargo,
hay que decir también, que todos los contenidos transmitidos a Marta
fueron planteados para que alcanzara un rendimiento máximo y con la
mayor perfección. No se trato nunca de hacer un acto caritativo
hacia una persona hipotéticamente discapacitada.
En
el apartado de lenguaje musical, los contenidos se hicieron con un
nivel equivalente a primero/ segundo de grado elemental de
conservatorio.
En
definitiva, esos fueron los trabajos realizados por Marta durante
algo más de dos años, consiguiendo un nivel bastante bueno y
homologable a lo alcanzado por alumnos sin las limitaciones que a
priori pudiera presentar Marta por su condición de síndrome de
down.
Conseguimos
que tocara en reuniones de amigos en distintas ocasiones, lo cual fue
para ella motivo de aliciente y siempre daba un paso al frente cuando
se le proponía hacerlo.
Marta
fue siempre una hija inmensamente querida por sus padres, familiares
y amigos. Desde su nacimiento fue intelectualmente estimulada por su
padres para el aprendizaje y conocimiento de distintas disciplinas en
general. Gimnasia rítmica, bailes de salón, trabajos de
manualidades, visitas a museos, viajes culturales, lugares
monumentales (Alhambra de Granada, Mezquita de Córdoba, Reales
Alcázares de Sevilla, etc.) y todo tipo de viajes.
Marta
en la actualidad realiza un trabajo diario en una empresa
farmacéutica en horario de 9,30 a 13,30 horas. Con ello demuestra
una vez más, su total integración en la vida normal de cualquier
ciudadano bien integrado en nuestra sociedad.
Es
como consecuencia de que mi hijo, Sergio Calero, proyectara realizar
unos estudios de máster fuera de España, más en concreto, en
Düsseldorf, Alemania, cuando vimos que se acababa esa productiva
etapa superada con éxito, y terminaba no porque Marta no quisiese
seguir trabajando en el aprendizaje de la música y la guitarra, sino
porque su profesor tenía que marcharse indefinidamente para
completar sus estudios de virtuosismo en el extranjero.
PROFESOR
RESPONSABLE DE ESTE PROYECTO:
ANTONIO
CALERO VALVERDE
SEVILLA,
VIERNES 29 DE ENERO DE 2016